Este es el cuento con el que gané el concurso del cuento de Navidad llamado ¡DEJA LAS ZAPATILLAS!:
Era 24 de diciembre, las 23:50 de la noche, de la chimenea bajaba...¡¿quién iba a ser?! ¡Papá Noël!
-¡Buf!, ¡menos mal que he entrado!¡Fuera hace más frío que en la comunión de Pingu...!-se ríe Papá Noël.
-¡Anda!¡Aquí no hay nadie!¡No hay zapatillas!
-Bueno, no se los dejaré, los meteré en el saco y así hago un poco más de ejercicio.
Era la casa de Manuel, Pilar y Álvaro. Manuel era el padre, Pilar la madre y Álvaro el hijo.
A la mañana siguiente, Álvaro sale corriendo de su cama, porque no se lo creía ni él que ayer fue Nochebuena. Anda que cuando vea que no hay regalos...
-¡¡¡NOOOOOOOOOOOO!!!-grita horrorizado.
El grito asusta a sus padres y salen corriendo también.
-¿Qué pasa hijo? Se te ha muerto el pez?¿El Villareal ha perdido?¿Han quitado pasa-palabra?-Pregunta Pilar.
-Peor que todo eso junto, ¡no hay regalos!-dice Álvaro.
-Ha sido porque no hay zapatillas.-dice Manuel.
-¡Pues yo no me quedo sin regalos!-se enfada su hijo.
-Hala, a mi me iba a traer un kit de maquillaje.¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!-grita Pilar.
-Exagerá.¡Ups!A mi me iba a traer la saga completa de STAR WARS!¡NOOOOOOOO!!-grita Manuel.
-Sois unos exagerados-razona Álvaro-¡solo tenemos que coger un barco hacia el Polo Sur!
-¡Pero eso vale por lo menos 1.000.000 €!-se asusta su madre.
-Pero no si vamos de polizones y...-piensa Álvaro.
-¡Ah, no!¡No voy a permitir que mi hijo sea un delincuente!¡Iremos tu padre y yo!-le regaña su madre.
-¿Y con quién me quedo?-pregunta Álvaro.
-Con la tía Enriqueta, esa que te hace esos bocadillos de garbanzos tan ricos.
El día que se van, Álvaro se mete en la maleta de su padre.
-¡No, me he tragado un calcetín!¡Ya me he tragado siete pares!-dice Álvaro.
Cuando llegan al puerto, sus padres se meten en la bodega por la ventana.
Cuando Manuel abre la maleta y ve a su hijo vomitando calcetines, le pregunta:
-¿Qué haces aquí?
-¡Brrrrrrrr!¡Que frío!¡Hace más frío que en un carrito de helados en Alaska!
Ven a Papá Noël en su moto y la familia le regaña.
-Eh, tío, danos los regalos.
-Vale, tomadlos, yo me voy con mi moto voladora a Hawai a tomar el sol. Ya estoy harto de frío.
Todos tuvieron sus regalos y comieron, ¡pavo relleno!
-Oye narrador, ¿cómo volvemos?
Emmmmmm, ¡adiós!
FIN
Muuuuyyyyyy bien. Genial. Veo que ya te has familiarizado con eso de las entradas en el blog y meter ilustraciones. Las que has elegido me parecen muy interesantes y adecuadas a los textos que has escrito.
ResponderEliminarEnhorabuena. Sigue así, Ángel
¡angellllllllllllllllllllll! ¡que as puesto la dieresis en la e de papa noelllllll!
ResponderEliminarYo creo que Papá Noël lleva dieresis... ¿No es así? Mmm... Buena redacción Ángel, me ha gustado mucho. Si quieres que me sienta orgullosa de haberte votado haz más entradas graciosas de las que haces, jeje.
ResponderEliminarUfffff, ¡¡vaya pecera más gigantesca!! Enseñamé a poner la pecera hay AÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁngeeeeeellllllllllllll.
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